martes, 1 de noviembre de 2011

INCORPORANDO CALIDAD

   En septiembre de 2005 empecé a cooperar en el fanzine "El Ajopringue" gracias a la insistencia de su creador Rober, más conocido como Marnofler. La "ideología" del panfleto, hace que los textos y viñetas con los que he participado, sean más atrevidos, irreverentes o maleducados que lo que vengo haciendo. Hoy comparto el primer aporte que hice a la revista, a modo de presentación, hace ya seis años:



   INCORPORANDO CALIDAD


   Aquí estoy porque he venido, por recibir la llamada de la selva y para que la montaña de los cojones no fuera a Mahoma, o lo que es lo mismo, acabo de incorporarme a este fanzine como colaborador, esperemos que habitual.
   Conozco a una de sus “almas máter” desde hace algún tiempo: pongamos que desde hace unos once años, ¡joder como pasa la vida!, y a pesar de compartir gustos y aficiones como la guitarra, la buena música, la cerveza o las chatinas, nunca habíamos colaborado en nada que no fuera beber por pura desidia. Ni siquiera habíamos grabado un disco: la distancia de nuestras viviendas, como factor más importante, ha privado al mundo del Rock de nuestra tremenda calidad.
   Pero un día, y gracias a quien os digo, recibí en mi casa esta obra llamada “El Ajopringue”. Pese a la mediocridad de sus ilustraciones, la ordinariez de sus textos, la vulgaridad de sus dibujos y la desvergüenza de sus redactores, quedé completamente “prendado”, viciado, pendiente de que el cartero me trajera los números que me faltaban. Mi vida tenía sentido: existía algo en este mundo que merecía la pena, pues dibujaba sonrisas en mi rostro, curvas en mi tripa y hasta me provocaban erecciones las chicas de la sección “Contactos”.

   El desequilibrio mental de los responsables de la revista era palpable. Además, seguro que ninguno estaba falto de antecedentes criminales, así que debía apresurarme si quería colaborar, no fuera que hubiera un cierre editorial decretado por el Ministerio de Cultura junto con el de Interior. Esto fue una de las cosas que me animó a mandar cómics y opiniones.
   Otra, fue el contribuir a aumentar el prestigio y calidad de la revista, cosa que no era difícil, dado el bajísimo listón existente.
   Así que si el señor Marnofler me lo permite, a partir de este número y en adelante, me posicionaré como seria competencia suya o, mejor dicho, seria comparecencia, para así igualar esta publicación a clásicos como el “Tmeo”, “Papel de WC” o “El Víbora”.
   Sobra decir que los excelentes dibujos, originales guiones, graciosas ilustraciones y cuidadas imágenes que veréis en el fanzine... SON MÍAS. Sí, a partir de ahora deberéis agradecer a vuestra vista el que yo me esmere con mi lápiz.

   El cerebro de los lectores también sufrirá un aumento de actividad neuronal, capacidad de concentración y enriquecimiento de vocabulario gracias de nuevo a mi léxico y acertada utilización del lenguaje.
   Si amigos, gracias a mi incorporación, “El Ajopringue” va a tener, por fin, calidad. Para ello voy a poner en peligro mi curro, mi salud y mi vida sexual; espero sepáis agradecer tamaña dedicación.
   Por último y antes de despedirme, cabe también la posibilidad de que no os guste mi trabajo y encima me odiéis por egocéntrico, chulo y por mi absoluta falta de modestia. En el excepcional caso de que esto ocurra, no me culpéis a mí, culpad a quien me ha animado a entrar en esta aventura... Salud.


Texto publicado en el fanzine "El Ajopringue" nº8 (septiembre de 2005)

http://jodejode.blogspot.com/

2 comentarios:

  1. jeje, podías meter aquí alguno de esos cómics históricos...

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  2. ¿Históricos?, no sé a cuáles te refieres ¿a los de Los Desaborios de los años 90?

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