martes, 19 de noviembre de 2019

CARIÑO, HE VUELTO A SER NIÑO: Plesa-SM (Parte 1)

   Cuando era un lechón, empecé a interesarme por la lectura de algunas curiosidades que pululaban por la biblioteca de mi colegio. Los compañeros de mi edad disfrutaban de los clásicos de El Barco de Vapor, Los Cinco o Los Hollister, pero yo alucinaba con las investigaciones del detective Teban Sventon (Ake Holmberg), Jim Botón y Lucas el Maquinista (Michael Ende) o las aventuras de los personajes creados por Otfried Preussler (el pequeño fantasma o el bandido Saltodemata). Gracias a las estupendas ilustraciones de J. F. Tripp, acabé sumergido en las páginas de lo que con esa edad me parecían extensas obras.
   Capítulo aparte merecen los Jóvenes Castores o Elige Tu Propia Aventura y el universo de la firma Timun Más, que dejaré para comentar en otra ocasión.
   Pero si hubo una editorial que llamó especialmente mi atención, esa fue Plesa-SM y su vasta variedad de maravillosas colecciones educativas. Sus volúmenes saltaban a la vista, llenos de coloridos y expresivos dibujos. Algunos eran ediciones de bolsillo, pero otros tenían un tamaño din-a4 muy atractivo.



  

   Mis preferidos eran "Cómo Hacer", repletos de manualidades, donde lo mismo aprendías a fabricar juguetes que a hacer magia, aviones de papel o marionetas. Luego estaba "La Senda de la Naturaleza" donde el medio ambiente se convertía en un enorme escenario para explorar, conocer especies, construir aparejos y respetar el entorno. La "Colección Electrónica" fue otra de las que más desgasté, poniendo en práctica consejos para hacer videojuegos, lenguajes de programación o técnicas para empezar a grabar mis propias composiciones musicales. "El Mundo de lo Desconocido" me impactó sobremanera gracias al número dedicado a los fantasmas. Varias historias y fotografías incluidas me quitaron el sueño durante mucho tiempo. Y las últimas colecciones que destacaré, son la "Guía del Buen Detective" y la "Guía del Buen Espía". Es curioso cómo a un niño de 11 años se le podía despertar la vocación por la investigación o la criminología, debido a los trucos para detectar falsificaciones, obtener huellas dactilares, fabricar un libro de identificación de sospechosos o idear mensajes en clave para comunicarte.
   Pero aquí no quedaba la cosa, existían muchas otras publicaciones sobre todo tipo de temas como historia de la humanidad, experimentos, primeros auxilios, ciencia, prehistoria, etc, y todos con un denominador común: educar de manera didáctica, útil, sencilla y muy divertida. Es increíble cómo podían estimular la inclinación por determinados oficios, generando la sensación de aprender sin emplear ningún esfuerzo.


 

   Hace unos años, se puso en marcha la web "Para Que No Se Olviden", cuya pretensión era aglutinar y compartir todos estos tesoros. Allí obtuve un buen número de ejemplares y, como agradecimiento, me puse en contacto con su creador y le envié algunos de los volúmenes que yo poseía y no estaban en la página. Por desgracia, este proyecto desapareció de golpe sin dejar ni rastro. Navegando por internet no he encontrado nada parecido, solo algunos rincones donde puedes descargar las colecciones incompletas.
   Dado que están descatalogados, que tengo el archivo completo de paraquenoseolviden.com (o al menos eso creo), que hay unos cuantos libros en casa sin escanear, y que hay mucha gente en las redes demandando tener este trocito de su infancia, he decidido poner todo a disposición del público. De esta manera, es posible que encuentre personas que guarden títulos perdidos y me quieran ayudar. Aun así, solo porque los visitantes puedan experimentar volver a la niñez (aunque sea por un instante) debido a los recuerdos de estos documentos, seguramente merezca la pena.


 

   Aunque haya sitios con descargas sueltas (a los que haré referencia), creo que no está de más que puedan localizarse varias plataformas donde obtener las obras, de está manera quizá consigamos lo que decía el título del proyecto desaparecido, no olvidar este pedacito de la historia de muchos cuando fuimos niños, y que gracias a estas máquinas del tiempo de celulosa, podamos viajar al pasado y rememorar tiempos mejores.  


   Más noticias... en breve.