Paciente espectadora
de mis locuras,
de mis proyectos y
casuística,
receptora de mis
fracasos y dudas,
tus reacciones, mi
estadística.
Psico-loca de
profesión,
de clientela versátil
militares,
conductores, algún cazador,
portadores de
parásitos chupa-sangres.
Siendo vecino tuyo,
ya limítrofe desde la
cuna,
normal que la psique
estudiaras,
prácticas te
sobraban.
Del Nara vestiste
casaca,
jugadora del año, una
vez,
diga lo que diga una
placa,
para mi siempre serás
m.v.p.
En el CEI aumentó tu
palmarés,
la de la marca en la
pierna, eras,
tu alter ego, tu
ejemplo fiel,
Villacampa y Kurt
Cobain,
menos mal que a este
último
Fotografía obra de Justo Monroy ©
Multidisciplinar en
idiomas,
otro pabellón en el
que destacas,
pero esto no está en
genes ni genoma,
pues a mi, hasta el
inglés, me da resaca.
Llegó un tiempo de
distancia y pena,
en que tu espíritu se
volvió inquieto,
primero Irlanda,
luego Boston y Viena,
Fillias Fog de ciento
en viento.
Decidiste mostrarte
tal y como eres
princesa guerrera por
estandarte
frente a lo que otros
piensen.
Tus amores,
polivalentes,
alimentan la
polémica,
diste la cara,
apretaste los
dientes,
soportaste de soslayo
las miradas
impertinentes.
Llevas toda tu vida
en mi vida,
incluso antes de
nacer,
pues sabía que
vendrías,
más por deseo, por
querer,
que por dominio de la
astrología.
Si no hubiera sido
así,
menuda existencia
baldía,
¿qué habría sido de
mi
sin mi panacea
femenina?
Para mi hermana Mária
(con acento en la
a), alias Xena
Poema publicado en el libro "Desaborios, Compañeros de Viaje" (marzo de 2011)