lunes, 31 de agosto de 2015

A LA TERCERA… ¿VA LA DESPEDIDA? (Crónica de un concierto de AC/DC) Parte 7 (Final)


(Escrito inicial: julio de 2009) (Parte 1 en el post con fecha 7 julio 2011)Ver la Parte 1
                                                        (Parte 2 en el post con fecha 3 agosto 2011) Ver la Parte 2
                                                        (Parte 3 en el post con fecha 22 julio 2012) Ver la Parte 3
                                                        (Parte 4 en el post con fecha 17 abril 2013) Ver la Parte 4                                                       
                                                        (Parte 5 en el post con fecha 2 marzo 2014) Ver la Parte 5
                                                        (Parte 6 en el post con fecha 5 octubre 2014) Ver la Parte 6
 
   El lunes 8 de junio nos pegamos un buen madrugón tras habernos acostado a las cuatro y pico de la mañana, pero es que el avión salía temprano. Jose Ángel volvía a Bilbao por la noche, así que tuvimos que dejarle solo durante todo el día en la ciudad condal.

   En el aeropuerto me llamaron la atención los libros de las tiendas en catalán, como por ejemplo “L’Ombra del Vent” o “El Noi del Pijama de Ratlles”.

   Volvimos con la sensación de que nos habían cobrado hasta por existir y de habernos dejado un dineral en tan sólo dos días. Será difícil que elijamos esta ciudad para ir de vacaciones y mucho menos para vivir, así que nunca seremos Albert, Carles, Lluis Miquel, Oscar, Eduard, Josep Ángel o Ricard.


   Ya en Madrid, comimos en un burguer cercano al aparcamiento del coche. Al salir nos pilló un chaparrón que complicó la ingestión de unos helados, así que nos metimos de golpe en el Corsita de Oscar, casi sin poder despedirnos de Edu, que corría a lo Benny Hill hacia la boca de metro.

   En la ruta hacia Toledo nos enterábamos de que Lourdes había tenido problemas durante el fin de semana con su embarazo y nos solidarizamos un poco con Oscar, ya que tenía tarea al llegar a casa mientras los demás reposaríamos inertes hasta el día siguiente.


   Aunque me invadía cierto pesar por el concierto vivido, durante el resto de la semana no paré de escuchar en el coche los discos “The Razor’s Edge” y “Live in Donington”, una y otra vez. Mi criterio final varió un poco, ya no estaba tan desilusionado y pensé que había sido una experiencia harto gratificante. Pero la escucha de estas obras maestras me reafirmó en la opinión de que ya es hora de cambiar un repertorio más que manido en estos años. Si no están para tocar temas rápidos, que no los destrocen. Abundan grandes canciones en su discografía que pueden ejecutar sin despeinarse como las geniales “Jailbreak”, “Stiff Upper Lip”, “Hail Caesar”, “Moneytalks” o “Who Made Who”. También deberían incluir en el setlist como irremplazable “Big Gun” o retomar la increíble “Thats the Way I Wanna Rock’n’Roll”.


   Todo el mundo tendrá sus hits esenciales de esta mítica banda, pero creo que estarán de acuerdo en que variar apenas diez temas en trece años, con un catálogo tan amplio y de calidad, es una “porca miseria”.

   Por cierto, parece ser que a nuestras chicas no les gustó el imán de la Sagrada Familia que les llevamos como souvenir. En fin, que no nos culpen a nosotros, la intención era buena. Si acaso hay un culpable, ese es Gaudí.

   Fin

   (Para Alberto, Carlos, Oscar, Eduardo, José Ángel, Ricardo, Xavi y compañía)