Recuerdo aquel anuncio de Coca Cola de hace
un par de años sobre los treintañeros y la nostalgia de los tiempos pasados (http://www.youtube.com/watch?v=m8nuKYl6cls)
y pienso que dieron un toque muy yanqui al asunto. Los que nacimos en los 70 no
solo tenemos en mente la ropa o la música en cassette. Ni generación X, ni
jasp, ni X-Men, ni leches, somos la generación Nocilla.
Si. No estaba la economía familiar como para
andar con play-station, Ferreros Rocher, ni móviles (sobretodo porque no
existía nada de esto, ni siquiera los bombones), así que nos inculcaron la
cultura del ahorro, del esfuerzo, de la paciencia y, cómo no, impulsaron
nuestra imaginación hacia la reutilización.
Así pues, el recipiente de Nocilla se
convertía en vaso de agua. Pero también aprendimos con la experiencia de muchos
aspectos vitales: la violencia en las
aulas se practicaba gracias a “artefactos” como el canutillo del boli Bic y arroz,
o un trozo ensalivado de papel (también con un globo roto atado al cuello de una
botella grande de refresco); fuimos de los que sentimos miedo con el video “Thriller”
de Michael Jackson; la prevención de riesgos en los parques era nula y los
columpios, como el abrasador tobogán, eran trampas mortales; a los profesores
se les precedía con un “Don” y siempre tuvieron credibilidad y tratamiento
de autoridad frente a nuestros padres; si llevabas chándal debías andar cauteloso
ante crápulas que te dejaban en calzoncillos; nuestra lívido se hizo mayor con
los pechos de Sabrina y las clases de aeróbic de Eva Nasarre; nadie quería
jugar al teto; las temporadas eran de chapas, peonza, yoyó y lima; la educación
televisiva se dejó en manos de unos rombos y una bruja con cables; la ropa
tampoco era tan importante mientras no transparentara la muda interior, eso sí,
los calcetines deportivos blancos debían llevar su franja azul y roja en la
parte superior; para jugar al ordenador había que hacer acopio de paciencia y
esperar decenas de minutos mientras escuchábamos una banda sonora llena de
pitidos y estruendos; las cabeceras de las series en televisión duraban una
maravillosa eternidad que no estaba reñida con las ganas de volver a verlas al
día siguiente; las rodillas y codos debían ir provistos de buenas costras,
sobretodo en verano; Michael J. Fox podía tocar la pandereta y jugar al baloncesto lleno de vello; la droga adquirible en los colegios era el paloduz; tener gafas te relegaba a la etnia de los parias; el Amstrad fósforo verde era una máquina
insalubre que te aumentaba las dioptrías; un cd los ahorros de muchas semanas; acabar un álbum de cromos era como
ganar el Planeta; el baño era
compartido y las habitaciones familiares escasas; el cambio climático aún estaba en el paritorio y las niñas se
maquillaban en carnaval, ya que la infancia duraba bastantes años.
Admiro aquella paciencia que nos permitía
estar toda una tarde sentados en un banco del parque junto a un amigo, una
bolsa de pipas, y una entrañable conversación. Incluso en silencio
pasábamos el rato tan cómodos, sin necesidad de móvil, ipad, ni
“duermeneuronas” similares.
Son tantas las cosas que no se me olvidarán
a pesar de mi memoria de “sPEZtrum”.
Benditos años y bendita ingenuidad.
Para Fermín
Jamas me perdonaria a mi mismo no compartir este pedazo de evento con este pedazo de amigo!!
ResponderEliminarPrepararosss que la seccion madrileña ya esta dando vueltas a sus personajes..
;)
Kike y Sandra
Desempolvaré mis patucos y biberones de los 80, pero yo esto no me lo pierdo!
ResponderEliminarLui como siempre da gusto leer tus articulos, aún más éste que me a recordado todo lo que añoro...
ResponderEliminarbrazos...beto
Eso es que te apuntas?
EliminarPor nada me perdería tu celebración, y además, me muero de ganas por ver el muestrario de bolsos de tu mujer y tus dos guitarras de adorno del salón. JAJAJAJA
ResponderEliminary para amenizar este cotilleo te enlazo este vídeo tan visto y sonoro....
http://www.youtube.com/watch?v=x1cNW7rd3ng
Advertencia, esa marca de cerveza no me suele gustar, y sin duda la Koldo Mikel es una gran señora cerveza...
Tomasa, traete tu cassete de los ochenta para poner música, y bailar break-dance :p
ResponderEliminarcreo que tengo por ahí algún traje ochentero. Lástima no tener botellines de mahou de aquellos, o una skoll.
Yo tengo cassette Justo, y plato de vinilos, ¡y seguro que algún video de break!, jajaja. Lo de los botellines está más jodido...
ResponderEliminarSisto, a
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